ÍNDICE DEL GULMONT


de los artículos incorporados a los distintos 'blogs' del Grupo Universitario Laboral de Montaña, con otras NOTICIAS actuales.



lunes, 17 de septiembre de 2012

Tras las Huellas de la Espeleología Cordobesa. Operación Gallinera. GULMONT 1972


Nuestro amigo Rafa Bermúdez (del Grupo de Priego G40) sigue investigando sobre la espeleología cordobesa y sobre el Gulmont. En esta ocasión ha recuperado una referencia a la exploración que hicieron varios miembros del Gulmont en la subbética cordobesa en el año 1972. Sería interesante que si alguien tiene referencia de alguno de los que participaron en esta exploración nos lo comunicara.
La referencia la ha colocado en el Blog del Grupo G40.
 
http://www.g40espeleo.es/web/index.php/estudios/1329-tras-las-huellas-de-la-espeleologia-cordobesa-operacion-gallinera-gulmont-1972


Tras las Huellas de la Espeleología Cordobesa. Operación Gallinera. GULMONT 1972

En una ocasión un amigo me dijo que “lo que no está escrito no existe” y con el tiempo he tenido que darle parte de razón. Y digo tan sólo parte de razón porque a esa sentencia yo añadiría que “además de estar escrito ha de hacerse en la forma y lugar adecuado para que perdure en el tiempo”. Un lugar con la más amplia divulgación posible y que esté siempre a la mano para que pueda rescatarse de la manera más fácil. Un ejemplo claro de lo que digo sería la Sima de Cabra (Córdoba). Una sima de por sí pionera y a tener muy en cuenta dentro de la historia de las exploraciones subterráneas en España. Tras una larga historiografía fueron el GULMONT y la OJE de Córdoba, y en este orden, los primeros grupos espeleológicos que tocaron su fondo a principios de los años sesenta. Ambos difundieron su gesta en la prensa y elaboraron informes sobre ella. Pero el paso de los años hizo quedar todo ello en el olvido y los espeleólogos que años más tarde nos enfrentamos a su gran verticalidad, viviendo incluso en su zona de influencia, desconocíamos a nuestros antecesores. Años después los veteranos del GULMONT, dándose cuenta del hecho difundieron ésta y gran parte de sus actividades a través de internet.
Miembro del GULMONT iniciando el descenso de la Sima de Cabra. Foto de Mariano Olivar, cedida por Ricardo Veroz 
Este hecho y el estar en contacto con las personas que mantienen viva su esencia, en especial Ricardo Veroz y Pedro Plana, nos está haciendo más fácil el ir desempolvando la historia de la espeleología cordobesa dentro del proyecto del mismo nombre en el que está inmerso desde hace varios años el Grupo Espeleológico G40 de Priego de Córdoba. Este trabajo nos ha llevado a realizar entrevistas con veteranos y a movernos por archivos, bibliotecas -ya sean públicas o privadas-, hemerotecas y los sitios más insospechados donde atesorar información. Esta ocupación de “ratones de biblioteca” nos ha hecho pasar muchos días en los archivos de la Diputación Provincial o en la Biblioteca Provincial. Precisamente ojeando una a una las páginas de antiguos ejemplares del Diario Córdoba, en una fecha donde no esperábamos noticias sobre el GULMONT, ya que según la información llegada hasta nosotros ya había desaparecido, pudimos recuperar del olvido un artículo que ampliaba su tiempo de vida. De 1970 avanzaba a 1972.
El GULMONT, por su propia idiosincrasia no funcionó a la manera tradicional. En primer lugar alternaba la montaña con la espeleología y en segundo lugar estaba nutrido en gran medida por alumnos de procedencia foránea a Córdoba lo que provocaba que al concluir sus estudios dejaran de militar en él. Esto no quitó que los más activos mantuvieran relaciones y realizaran algunas actividades concretas y puntuales con posterioridad. Esto último quizás haya sido el motivo por el que ni los propios miembros del GULMONT con los que hemos estado en contacto, que son a su vez los mayores promotores en recuperar su historia y esencia, supieran de este campamento.
Panorámica de Sierra Gallinera. Foto cedida por Ricardo Veroz
El campamento en cuestión fue bautizado como “Operación Gallinera”  se celebró a primeros de marzo de 1972 a lo largo de tres días en la citada sierra situada en los términos municipales de Priego de Córdoba y Carcabuey. Sus objetivos, según el texto del mencionado ejemplar del Diario Córdoba, fueron “…buscar posibles cavidades que fuesen interesantes para su estudio y exploración”. Por su estrecha relación con el Grupo Espeleológico Córdoba (GEC) eran conocedores de las exploraciones que ya estos realizaron en el lugar en 1965 y precisamente fueron visitadas dos cavidades que lo habían sido previamente por estos: la Sima del Palanzuelo y la Cueva del Tocino.
De la primera comenta el artículo: “Situada en la ladera norte de la Sierra de la Gallinera. Está formada por una gran sala y varias gateras, cerradas por ambas partes a causa de los derrumbamientos por ser una cavidad fusiforme. Ha tenido una formación lenta. Actualmente sus paredes se hallan recubiertas de estalactitas. Por algunas partes de la monumental sala, pueden apreciarse estalactitas y estalagmitas que forman esbeltas columnas con sabor artístico. Su profundidad es de 30 metros y un diámetro de 5 metros. La entrada en forma de ocho da paso a la gran sala de la que ya hemos hablado”. Esta descripción, al igual que la dada en su día por el GEC nos habla de una exploración parcial de la sima, ya que ambos grupos no accedieron a la ventana que, tras una pequeña galería, conduce a una segunda zona de la sima.
  Miembro del G40 iniciando el descenso del primer pozo de la Sima del  Palanzuelo
De la segunda se dice textualmente: “...la cueva del Tocino tiene un emplazamiento difícil de hallar debido a la gran cantidad de matorrales que la rodean. Una vez localizada se comenzó su exploración. Es más antigua que la sima del Palanzuelo. Se encuentra en plena fase de formación, debido a los grandes derrumbamientos. Su entrada es difícil. Su gatera principal se encontraba obstruida por una gran piedra que logramos apartar y nos permitió seguir su exploración. Aparentemente parece tener varias direcciones, pero no lo pudimos confirmar porque las diversas gateras que encontramos estaban derrumbadas y no se pudo llegar a un estudio total. El agua, es sin duda, el fenómeno erosivo más importante que ha provocado la nueva formación, la sedimentación y probablemente los frecuentes derrumbes. Está constituida por caliza y arcilla. Tienen bellas salas, aunque de pequeñas dimensiones, de estalactitas y estalagmitas, las cuales debido a las aguas y a la arcilla presentan brillantes y rojizos colores de singular impresión. Se encontraron restos de cerámica”.
En cuanto a las cavidades visitadas decir por último que se habla de una pequeña cueva denominada Cueva del Toro de la que se dice que “… a penas merece prestarle importancia espeleológica ya que consiste en un pequeño taladro que atraviesa un picacho de este accidente orográfico”.
Participaron en el campamento siete integrantes del GULMONT: Sarmiento Pareja como monitor y explorador; Ocaña Rabadán como arqueólogo; Cabezas Ramos como topógrafo; García Ríos como topógrafo; González Lozano como fotógrafo; Pedro Pozo como explorador y Robles Rodríguez como coordinador externo.


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